Sunday, March 6, 2016

Como murieron los Apostoles

Como Murieron Físicamente los APÓSTOLES Y JESUCRISTO 1. Mateo Sufrió el martirio en Etiopía, murió por una herida de espada. 2. Marcos [no era uno de los discípulos] Murió en Alejandría, Egipto, después de haber sido arrastrado por caballos por las calles hasta morir. 3. Lucas [no era uno de los discípulos] Fue ahorcado en Grecia como consecuencia de su tremenda predicación a los perdidos. 4 Juan {murió de muerte natural} Enfrento el martirio cuando fue puesto en un enorme cazo con aceite hirviendo, durante la ola de persecución en Roma. Sin embargo, fue librado milagrosamente de la muerte. Juan fue condenado a vivir en una isla de minas, en la Isla prisión de Patmos. Él escribió la Revelación de Jesucristo, el libro profético de Apocalipsis en esta isla de Patmos. El apóstol Juan fue liberado y regresó más tarde para servir como obispo de Edesa, en la actual Turquía. Murió viejo y lleno de amor por Jesús, es el único apóstol que murio de muerte natural y en paz, aunque con las secuelas de su martirio en aceite hirviendo. 5. Pedro Él fue crucificado de cabeza en una cruz en forma de X. Según la tradición de la iglesia, esto sucedió porque él les dijo a sus torturadores que se sentía indigno de morir de la misma manera que Jesucristo había muerto. 6 Santiago {no era discípulo, era hermano de Jesus} El líder de la iglesia en Jerusalén, fue arrojado de más de cien metros de alto, desde el pináculo sureste del templo, cuando se negó a renegar de su fe en Cristo. Cuando descubrieron que sobrevivió a la caída, sus enemigos lo golpearon hasta matarlo. Este fue el mismo pináculo donde Satanás había llevado a Jesús durante la tentación. 7. Santiago el Grande Hijo de Zebedeo, era de oficio pescador cuando Jesús lo llamó a una vida de ministerio y predicación. Por ser un cristiano de influencia en la iglesia primitiva, Santiago fue decapitado en Jerusalén. El oficial romano que vigilaba a Santiago, miraba asombrado como Santiago defendió su fe en Jesús durante su juicio. Más tarde, este oficial caminaba junto a Santiago al lugar de la ejecución. Impactado por la convicción de Santiago, este soldado romano declaró su nueva fe a Cristo ante el juez y se arrodilló junto a Santiago para aceptar la decapitación como castigo por ahora ser cristiano. 8. Bartolomé También conocido como Nataniel, fue misionero en Asia. Fue pregonero de nuestro Señor Jesucristo en la actual Turquía. Bartolomé fue martirizado por su predicación en Armenia, donde fue desollado a muerte por un látigo. 9. Andrés Él fue crucificado en una cruz en forma de X en Patras, Grecia. Después de haber sido azotado severamente por siete soldados, que ataron su cuerpo a la cruz con cuerdas para prolongar su agonía. Sus seguidores informaron que, cuando fue llevado a la cruz, Andrés la saludó con estas palabras: “Durante mucho tiempo he deseado y esperado esta hora feliz. La cruz nos evoca inequívocamente el cuerpo de Cristo colgado en ella. Andrés continuó predicando a sus verdugos por dos días hasta que expiró. 10. Tomas Fue atravesado por una lanza en la India durante uno de sus viajes misioneros para establecer la iglesia de Cristo en esa región. 11. Judas {no el Iscariote} Fue muerto a flechazos cuando se negó a renegar de su fe en Cristo. 12. Matías El apóstol elegido para sustituir al traidor Judas Iscariote, fue apedreado y luego decapitado. 13. Pablo Fue torturado y luego decapitado por el malvado emperador Nerón en Roma en el año 67. Pablo estuvo en prisión por mucho tiempo, lo que le permitió escribir sus epístolas (cartas) a muchas de las iglesias que se habían formado en todo el Imperio Romano. Estas cartas nos enseñan muchos de los fundamentos de la doctrina cristiana, y forman una gran parte del Nuevo Testamento. Tal vez esto es solo el recordatorio para nosotros, que nuestros sufrimientos aquí, son ciertamente menores en comparación con la intensa persecución y crueldad que enfrentaron los apóstoles y discípulos durante su tiempo, por su amor a Jesucristo. “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin será salvo”. La fe no es creer que Dios puede hacerlo; !Es saber que Dios lo hará! LA MUERTE DE JESÚS A la edad de 33 años, Jesús fue condenado a muerte. En aquella época, la crucifixión era la “peor” muerte. Solo los más grandes criminales fueron condenados a ser crucificado. Sin embargo, fue aún más terrible para Jesús, a diferencia de otros criminales condenados a muerte por crucifixión, pues Jesús fue clavado sobre la cruz, atravesando sus manos y sus pies. Cada clavo era de 6 a 8 pulgadas de largo. Lo clavaron en las muñecas. No en sus palmas como comúnmente es representado. Hay un tendón en la muñeca que se extiende hasta el hombro. Los soldados romanos sabían que cuando los clavos eran martillados en la muñeca, atravesaba el tendón y lo rompían, lo que obligaba a Jesús a utilizar sus músculos de la espalda para sostenerse y asi poder respirar. Sus dos pies fueron clavados juntos, uno encima del otro. Por esto, se vio obligado a sostener todo su cuerpo sobre un solo clavo, que atravesaba sus pies. Jesús no podía sostenerse solamente con sus piernas a causa del dolor, por lo que alternaba entre arquear la espalda y luego usar sus piernas, sólo para seguir respirando. Imagina la lucha, el dolor, el sufrimiento y el coraje para soportar esto. Jesús soportó esta tortura por más de 3 horas. Sí, más de 3 horas! ¿Te puedes imaginar este tipo de sufrimiento? Unos minutos antes de morir, Jesús dejó de sangrar. Sencillamente solo le salía agua por sus heridas. Podemos visualizar sus heridas en sus manos, sus pies, su cabeza e incluso su costado atravesado por una lanza… Pero, de verdad comprendemos que todas esas heridas fueron hechas en el mismo cuerpo vivo de Jesús? Un pesado martillo golpeo los burdos y toscos clavos, atravesando sus muñecas y atravesando los arcos de sus pies. Posteriormente, un guardia romano perforo su costado con una lanza. Pero antes de sufrir los clavos y la lanza, Jesús había sido azotado y golpeado. La flagelación fue tan severa que le arrancó pedazos de carne de su cuerpo. Lo golpearon tan brutalmente que su rostro estaba desfigurado y su barba había sido arrancada de su rostro. La corona de espinas penetran profundamente en el cuero cabelludo. La mayoría de los hombres no habrían sobrevivido a esta tortura. “Él ya no tenía más sangre para derramar, sólo agua derramaba por sus heridas El cuerpo humano adulto contiene alrededor de 3,5 litros de sangre; Jesús derramó 3,5 litros de su sangre. Tuvo tres clavos enormes atravesando sus brazos y sus pies, una corona de grandes espinas en su cabeza, y además de todo esto, un soldado romano le clavó una lanza en su costado. Todo esto sin mencionar la humillación que sufrió después de llevar su propia cruz por casi 2 kilómetros, mientras la multitud le escupía a la cara y le lanzaba piedras e insultos; la cruz pesaba cerca de 30 kilos, y era únicamente el madero donde clavarían sus brazos. Jesús tuvo que soportar esta terrible experiencia, para abrirnos las puertas del Cielo y las puertas de la vida eterna, para que podamos ser, — de forma gratuita, de la familia de Dios. Para que todos tus pecados pudieran ser “lavados” con la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios. Este enorme sacrificio del hijo de Dios, JESUCRISTO, es para TODOS, sin excepción alguna. No pase por alto esta situación. !JESUCRISTO MURIÓ POR TI!

Sacrificios en el AT.

LOS SACRIFICIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Una de las principales funciones de los sacerdotes (como vimos en nuestra anterior lección) fue presentar los sacrificios. Desde el tiempo en que Caín y Abel se ven trayendo sus ofrendas a Dios en Génesis capítulo 4, el Antiguo Testamento no pierde de vista el importante lugar que el altar ocupó antes de la dispensación cristiana. La ley dada por medio de Moisés delineó un más detallado y elaborado sistema de sacrificios para el pueblo hebreo. Los principales sacrificios en la dispensación mosaica fueron los holocaustos, las ofrendas de harina, las ofrendas de paz, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por infracciones y yerros por ignorancia. Observemos qué tan frecuentemente se hicieron en el tabernáculo estos diversos tipos de ofrendas. Hubo dos holocaustos diarios: un cordero encendido por la mañana y el otro por la tarde (Éxodo 29:38-42). El día de reposo [sábado] debía ofrecerse doble holocausto (Números 28:9-10). Cada mes debía iniciarse con holocaustos especiales (Números 28:11-15). Esto era lo que llamaban "luna nueva". Además, debían hacerse holocaustos en sus grandes fiestas anuales: la pascua (Números 28:16-25), el pentecostés (Números 28:26-31), la fiesta de las trompetas (Números 29:1-6) entre otras más. Estos sacrificios (algunos de ellos fueron hechos con carneros, machos cabríos, becerros, palominos o tórtolas) eran quemados por completo. De esto no se daba ninguna parte a los sacerdotes para comer. El significado que usualmente se toma de esto es que es completa dedicación a Jehová Dios. Por cuanto estas ofrendas fueron de flor de harina amasada, aceite de olivas machacadas y vino, las hemos mencionado propiamente como "ofrendas de harina". Diariamente hubo ofrendas de harina que acompañaron los holocaustos de todos los días (Éxodo 29:40-41). Doble ofrenda de harina (dos décimas de flor de harina en vez de la acostumbrada décima flor de harina) se hacía también cada día de reposo (Números 28:9-10). Cada luna nueva (una vez al mes) se hacían ofrendas de harina (Números 28:11-13). Además había ofrendas de harina en sus diversas fiestas anuales (Números 28:16 - 29:39). Al contrario de la mayoría de las otras ofrendas, en éstas no se derramaba sangre. Se ha sostenido de manera general que era una ofrenda de acción de gracias a Dios. Parte de las ofrendas de harina se quemaba y el resto se daba a los sacerdotes. Si no ocupara demasiado espacio, podríamos seguir hablando asimismo de las ofrendas de paz, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por yerro e infracciones. Pero en esta lección no podemos tomar mucho espacio. Además de estas ofrendas principales, todavía hubo otras ofrendas que Dios le ordenó hacer al pueblo hebreo. I. Tres Realidades Sobre Estos Sacrificios. A. Sólo Podía Ofrecerse A Dios Lo Mejor. Tan temprano como en los días de Abel, los hombres de Dios le trajeron de lo mejor. Génesis 4:4 afirma: "Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda." Esto estaba dentro de un reconocimiento justo de que Dios era digno de lo mejor que el hombre podía traerle en agradecimiento por todas sus maravillosas bondades hacia los hijos de los hombres y, además de eso, tal acción indicó que Dios realmente demandaba los primeros frutos y lo mejor para que en realidad ocupase el lugar de Dios (el Ser Supremo) ante los ojos y en los corazones de los hombres. Al dar la ley, Dios dijo: "No ofrecerás en sacrificio a Jehová tu Dios, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es abominación a Jehová tu Dios. (Deuteronomio 17:1)" Con la palabra "falta", Dios se refirió a cualquier cosa que no permita que sea un espécimen físicamente perfecto. Dijo: "Asimismo, cuando alguno ofreciere sacrificio en ofrenda de paz a Jehová para cumplir un voto, o como ofrenda voluntaria, sea de vacas o de ovejas, para que sea aceptado será sin defecto. Ciego, perniquebrado, mutilado, verrugoso, sarnoso o roñoso, no ofreceréis éstos a Jehová, ni de ellos pondréis ofrenda encendida sobre el altar de Jehová... No ofreceréis a Jehová animal con testículos heridos o magullados, rasgados o cortados, ni en vuestra tierra lo ofreceréis. (Levítico 22:21-22, 24)" Esto tenía que indicar que no todo lo que el hombre quisiera sacrificar sería aceptable a Jehová, y en tanto que estos corderos sin defecto señalaban hacia el perfecto Jesús que sería sacrificado (1ª de Pedro 1:1819), al describirse nuestro sacrificio vivo a Dios en Romanos 12:1 también se hace referencia a ellos. El sacrificio de nosotros mismos también debe ser "santo" y "agradable a Dios". Los animales que fueran ofrecidos a Dios debían ser de un año (Números 28:3). Esto sería cuando tales animales estuvieran en la plenitud de su salud. Además de que los animales que fueran ofrecidos a Dios, jamás debieron también haberse usado en trabajos terrenales antes. Así que, Dios pedía todo de ellos. También observemos que el hombre debía ofrecer a Dios los primeros frutos de su cosecha: "Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios... (Éxodo 23:19)"; "Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos. Y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto. (Proverbios 3:9)" Antes de que los hombres usaran las ganancias o utilidades de Dios en sus cosechas para sí mismos, se esperó que ellos presentaran las primicias de sus cosechas a Jehová. Cuánta armonía con la práctica de dar en proporción a los ingresos hoy día, porque se aparta la parte de Dios antes de disponer de cualquier cantidad para nuestras necesidades personales. Cuán distinto de la práctica de existir siempre gastando primeramente en nuestras necesidades y deseos y después darle algo de las "sobras" a Dios. B. Estos Sacrificios Significaron Numerosos Desembolsos Y Muchos Inconvenientes Para La Gente. Sacrificar los primogénitos de sus animales y tener indicado hacer tantos sacrificios seguramente era igual a algo sumamente cuantioso a manera de gasto financiero para los hebreos. ¿Cuánto más fácil habría sido haberse quedado con lo mejor para ellos mismos y haberse olvidado de Dios? Tener que ir tan seguido a Jerusalén con sus animales y sus productos agrícolas implicaba también lo que la gente llamaría demasiadas "molestias". Para estar seguro que lo que se traía para presentar era exactamente lo que debía ser, incluía algún cuidado y previsión que pudo haberse evitado si Dios no hubiese especificado tan minuciosamente. Pero en ese respecto, como se afirmó antes, vemos el propósito de Dios al tener cumplidos estos sacrificios. Sí tomaron tiempo, providencias y gastos. En un sentido, tales sacrificios indicaban: "¿No debe el hombre disponer de su tiempo para hacer algo por Dios ya que Dios ha tomado tanto tiempo para bendecir al hombre? ¿No debe el hombre dar algo premeditado en reconocimiento de la constante providencia de Dios en suplir las necesidades del hombre? ¿No se esforzará un poquito el hombre para Dios que le ha dado todo lo que tiene? Dios ha provisto un sistema por medio del cual el hombre mostrase su preocupación por las cosas de Dios, según el cual reconociese su culpabilidad y mediante eso pudiese demostrar gratitud a Dios por lo que él constantemente hacía. Cuando los hombres se apartaron de Dios, olvidaron estos sacrificios, y cuando rechazaron estos sacrificios se alejaron más y más de Dios. Sin embargo, Dios no quería que se hicieran estos sacrificios a no ser que el corazón del hombre estuviese tras ellos (Isaías 1:2-4, 11-15). C. Estos Sacrificios No Pudieron Quitar El Pecado. A pesar del costo que implicó y del trabajo extra para que los israelitas fuesen a ofrecer estos sacrificios, estos sacrificios no quitaron el pecado. Los judíos pensaban que tenían vida eterna por medio de su ley (Juan 5:39), pero ciertamente no fue así. El escritor de Hebreos muy claramente dice de ellos: "Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. (Hebreos 10:1-2)" Igualmente Hebreos 10:11 dice: "Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados." II. Por Qué Estos Sacrificios No Pudieron Quitar El Pecado. A. La Sangre De Un Animal No Podía Expiar El Pecado Del Hombre. Inmediatamente después de que Hebreos 10:1-2 declara que los sacrificios del Antiguo Testamento no podían quitar el pecado, el escritor dice por qué: "porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados (versículo 4)" Ante Dios un animal no está en el mismo nivel que el hombre. En la creación que Dios hizo, un animal es de un orden inferior que el hombre. Entonces, ¿cómo podía un animal ser un representante admisible como sacrificio a favor del hombre? A más de esto, la necesidad del hombre de un Salvador se sitúa en el plano moral, pero un animal no es una criatura moral. El hombre sólo podía ser salvo de su fracaso moral delante de Dios por medio de un ser moral que pudiese tomar su lugar ante Dios, y quienquiera que fuese ese ser moral tendría que ser un espécimen moral perfecto. Jesús fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15); entonces, sólo él es capaz de salvarnos de nuestros pecados: "Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él (Jesús) se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree. (Hechos 13:38-39)" B. Los Sacrificios Del Antiguo Testamento No Fueron Ofrecidos Por Un Sacerdote Exento De Pecado. Una de las cosas que el escritor de la Epístola a los Hebreos vez tras vez plantea contra la idea de que los sacrificios del Antiguo Testamento no lograron el perdón de los pecados es que ellos fueron ofrecidos por un sacerdote imperfecto. Pero lo que fue deficiente en los tiempos del Antiguo Testamento nos ha sido reemplazado por el perfecto Jesús, nuestro sumo sacerdote: "Porque tal sumo sacerdote (Jesús) nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre. (Hebreos 7:26-28)" C. Dios No Decretó Que Los Sacrificios Del Antiguo Testamento Quitaran Los Pecados. Por cuanto Dios sabía que la sangre de los toros y de los machos cabríos no podía quitar el pecado (Hebreos 10:4), debemos concluir que él tenía en mente otro propósito al hacer tales sacrificios. Entonces, es obvio que si Dios no tenía prescritos los sacrificios del Antiguo Testamento para quitar el pecado, ellos nunca pudieron haberlos quitado, puesto que todo lo que se relaciona con el perdón del pecado del hombre de necesidad debe descubrirse en Dios y proceder de él y de su plan. En otras palabras, él no los decretó con ese propósito o habrían cumplido su propósito de esa manera. III. Lo Que Esos Sacrificios Llevaron A Cabo. Que porque tales sacrificios no lograron el perdón, no concluyamos que ellos no tuvieron que llevar a cabo una parte muy definida. Démonos cuenta que todo lo que Dios hace está bien hecho. Él tuvo en mente algunos propósitos bien definidos cuando mandó que se hicieran esos tantísimos sacrificios. A. Eran Para Que Los Hombres Hicieran Memoria De Su Culpabilidad Ante Dios. Si aquellos sacrificios hubiesen quitado los pecados, habrían cesado de ofrecerse (Hebreos 10:1-2). El sacrificio de Jesús, porque sí quita los pecados, fue hecho una sola vez (Hebreos 10:9-12). Cada año había el día de la expiación en el que el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo para hacer expiación por los pecados de toda la nación, pero debido a que él era imperfecto y porque entraba con sangre de animales con la cual hacer la expiación, Dios no limpiaba al pueblo de sus pecados. Al siguiente año él tenía que volver a hacer exactamente lo mismo otra vez. Así, en vez de gozarse por la remisión de sus pecados a través de un sacrificio eficaz (como lo hacemos por el sacrificio de Jesús), una vez más se les recordaba cada año que sus pecados todavía aparecían en los libros de Dios. En otras palabras, en lugar de que estos sacrificios los limpiaran de sus pecados, más bien les recordaban que todavía estaban en sus pecados delante de Dios: "Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados. (Hebreos 10:3)" Esta creciente preocupación de esta carga de pecado fue divinamente hecha a propósito para hacer que los hombres procuraran el verdadero descanso que se les ofrecería más adelante a través de la venida del Mesías de Dios. B. Estos Sacrificios Sacerdotales Fueron La Forma De Instruir Dios A La Gente Sobre La Necesidad De Un Sacrificio Por El Pecado Y La Necesidad De Un Mediador. De cualquier forma que un israelita pecara, Dios le ordenaba que hiciera lo siguiente: "Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó, y para su expiación traerá a Jehová por su pecado que cometió, una hembra de los rebaños, una cordera o una cabra como ofrenda de expiación; y el sacerdote le hará expiación por su pecado. (Levítico 5:5-6)" Observe dos cosas: al pecar una persona, se presentaba la necesidad de ofrecer un sacrificio, y el propio pecador no podía ofrecer el sacrificio por sí mismo, él tenía que tener el sacerdote (un intermediario o mediador) para hacerlo. Qué lecciones tan básicas fueron enseñadas de esta manera. Esto enseñó a los hombres a asociar la necesidad del sacrificio con el pecado y la necesidad de un mediador con Dios. La ley de Moisés enseñó a los hombres más claramente la siguiente verdad: "...y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Hebreos 9:22)" Todo esto fue para preparar a los hombres para la verdad registrada en 1ª a Timoteo 2:3-6: "...Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo." C. Estos Sacrificios Hicieron En Forma Ceremonial Lo Que El Sacrificio De Jesús Hace De Modo Real. Es un estudio completo en sí el considerar las muchas maneras en que estos sacrificios simbolizaron la muerte de Jesús. Entre ellos, Hebreos 9:13-14 muestra que los sacrificios purificaban la carne en forma ceremonial y que si eran capaces de hacer eso, la sangre de Jesús es capaz de limpiar nuestras conciencias del pecado: "Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" Los versículos anteriores están inmediatamente seguidos del que hemos escogido para usarlo como el pensamiento concluyente de este estudio; es decir, que la muerte de Cristo en realidad expió los pecados cometidos durante los tiempos del Antiguo Testamento: "Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte PARA LA REMISIÓN DE LAS TRANSGRESIONES QUE HABÍA BAJO EL PRIMER PACTO, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. (Hebreos 9:15)" No hay duda de que aquellos que obedientemente cumplieron con el sistema de sacrificios en el Antiguo Testamento serán salvos por la muerte de Cristo, y los que no lo hicieron se perderán. Si esto es correcto (y sin duda lo es, porque los que estuvieron bajo la ley por la ley serán juzgados), aquellos sacrificios en vez de proveerles por sí mismos la verdadera limpieza (como lo creían los israelitas) resultaron ser las condiciones de su salvación por la sangre de Cristo que ellos simbolizaron al igual que el bautismo y la cena del Señor (representaciones de aquella muerte) lo están entre las condiciones de nuestra salvación hoy día.

Oye Israel

¿Cuál es el significado de “Shemá” en Deuteronomio 6:4? ¿Y niega este la Trinidad? Deuteronomio 6:4: "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es." Para comprender este versículo y/o cualquiera otro versículo en la Biblia, es importante tener en cuenta el contexto de donde se toma el versículo. Estudiar los versículos anteriores y posteriores, el capítulo entero y también, el libro del cual se ha tomado el versículo en cuestión, para ayudarnos a comprender mejor los mandamientos dados por Dios. De esta forma, no estaremos subordinando ni a Dios ni a la Biblia a nuestros intereses personales y/o denominacionales. En este capítulo 6, se les recuerda a los israelitas los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová el Señor les había dado con anterioridad (Dt 6:1). Tanto así, que los vv. 3 y 4 inician con la palabra “Shemá”: “Oye…”/“Escucha…” Siglos más tarde y en el Nuevo Testamento, el Señor les recuerda nuevamente a los judíos acerca de este mandamiento: “Jesús le respondió: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.” (Mr 12:29). Aquí, el Señor le habla solo al pueblo de Israel, incluyendo obviamente Sus discípulos, apóstoles y posteriores escritores del NT, los cuales como Judíos (con excepción de Mateo), tenían muy en claro la enseñanza de que Dios es uno solo e indivisible. Analizando entonces el contexto de la enseñanza dada por el Señor a Su pueblo escogido y teniendo en cuenta tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento, es claro que Dios es uno solo y que por lo tanto como judíos aceptaban lo que hoy conocemos como el monoteísmo, el cual, es contrario al politeísmo. Pero aún así, ¿existe “un” dios, diferente al Dios único y verdadero? ¡Para nada en absoluto! Dios es uno solo, indivisible, coeterno, y nunca ha habido “un” dios, “dos” dioses o aún más de “tres” dioses en existencia. Si así fuera, Jehová Dios entonces se contradeciría y Su Palabra no sería tan infalible. Pero Dios NO se contradice y Su Palabra SI es infalible. Los grupos seudo cristianos, particularmente los testigos de Jehová y mormones, niegan de plano la enseñanza de Dios mismo de que El es, uno e indivisible y que no ha habido ni habrá, “un” dios menor o mayor que Él en toda la existencia desde la eternidad. Existe más lógica y sentido común creer en las palabras del Señor y no aceptar ningún hecho de que Dios va a “crear” a “uno” menor que Él en autoridad y poder para poder complacer las teologías de estas sectas no cristianas. ¿La razón? Sencilla: Si hemos creído en un Dios que NO se contradice a Si mismo, si hemos creído en Su Palabra oyéndola atentamente, entonces, debemos también creer que El único Dios en existencia es Él. ¿Cuál es entonces el significado de Deuteronomio 6:4? Para comprender mejor esta enseñanza, es importante irnos al original hebreo y ver lo que la misma significa. Deuteronomio 6:4: "Escucha, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es." “Escucha, Israel”. La palabra “escucha” proviene del hebreo “Shamá”, raíz primaria; oír inteligentemente, atender, atentamente, atento, dar oídos, discernir, entender, entendido, escuchar, mirar, obedecer, obediente, de oídas, oído, oír, (poner, prestar) atención, testigo.1 “Jehová uno es”. En esta porción, “uno”, proviene de la palabra hebrea, "ekjád" numeral de H258; propiamente unido, i.e. uno; o (como ordinal).2 Hoy día, en la tradición judía este versículo se convirtió en una oración, compuesta de 4 partes. Pero para nuestro estudio, sólo tendremos en cuenta la primera: En si, el Shemá es: “Shema Israel, Adonai Eloheinu Adonai Ejad”; (Escucha Israel, Adonai es nuestro Dios, Adonai es Uno; el cual, afirma el monoteísmo judío). Estas, son afirmaciones de la soberanía de Dios, y la naturaleza singular/indiviso/unitario de Dios como fundamento de los elementos monoteístas del judaísmo y obviamente, también del cristianismo genuino. Haciendo referencia a esta enseñanza en el s. XXI, los Judíos no se han olvidado de los versículos siguientes a Deuteronomio 6:4: Deuteronomio 6:6-7: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes." En la tradición judía, recitar el Shemá es más que sólo mencionar algunas palabras. El Shemá debe ser dicho de forma que el mismo se oiga. No son palabras vacías o vanas, ya que las mismas tienen que ver con una verdad establecida por Dios a Su pueblo escogido: El es uno e indivisible. El sentido literal de esta palabra en hebreo es, “Escuchen y tomen esto seriamente”. La pregunta seria entonces: Aquellos que formamos parte de Su pueblo escogido hemos tomado Sus palabras muy en serio, ¿por qué entonces, hay personas que se proclaman testigos o mormones y niegan esta enseñanza dada por el Señor y confirmada por El mismo en Su primera venida? ¿Cuál es entonces el significado más profunda acerca del Shemá? El significado de Shemá va más allá de la creencia en sólo un Dios; y esta afirmación, “Di-s es uno” declara que no hay en existencia ningún otro “dios”, tanto en la creencia judía como en la creencia cristiana, porque nuestro mundo y todo lo que hay en él es creado por la palabra de un solo Di-s en todo momento. Y que la Palabra, Dios encarnado, no es un “dios”, “dos” o “más” dioses, que sean menores o mayores que El, en ningún momento del tiempo ni en toda existencia eterna. ¿Contradice entonces el Shemá la Trinidad? No. Deuteronomio 6:4 no niega la Trinidad. El genuino cristianismo histórico ortodoxo, enseña que Dios es uno solo, y así lo entendieron, no solamente Juan al escribir su evangelio, sino también todos los demás escritores del NT. En Él, en Dios, hay 3 personas distintas, simultáneas, coeternas y todopoderosas conocidas como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y a esta trinidad de Personas, NO de dioses, se le conoce como la Trinidad. En las nuevas traducciones, Deuteronomio 6:4 dice que Dios es un SEÑOR. La palabra “SEÑOR (JEHOVÁ)”, en Hebreo es "YHWH" (Yahvé o Jehová). El versículo está diciendo que sólo YHWH es Dios y está enseñando el monoteísmo. ¿Pero se refiere este versículo a Dios como una trinidad? No, no se refiere a una trinidad, aún cuando Él sí es una trinidad, pero de personas, no de dioses. Si Dios hubiera creado “un” dios entonces, se contradeciría y Su Palabra no fuera infalible. Si hubiera creado “dos” dioses y si Él se incluiría, entonces, seria una triada, no una Trinidad como es Él. Por lo tanto, lo que dice Deuteronomio 6:4, lo que enseñaron los apóstoles judíos y posteriormente escritores judíos del NT (con excepción de Mateo), y por último los padres de la iglesia cristiana acerca de la doctrina de la Trinidad es que estamos de acuerdo de que hay un solo Dios. Por lo tanto, el Shemá es una declaración acera del monoteísmo y de la Trinidad monoteísta. En este versículo, la palabra para “uno” es “ekjád”, la cual con frecuencia es usada para describir una unidad compuesta, como es el caso de un racimo de uvas. En Deuteronomio 6:4, la palabra “shemá”, ¿niega la Trinidad? No. Deuteronomio 6:4 ("Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es." - VRV60)1 también conocido como el "shemá"2, no niega la Trinidad. La Trinidad es la enseñanza de que en el único Dios hay tres personas distintas, simultáneas, coeternas y todopoderosas conocidas como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Deuteronomio 6:4 dice que Dios es un SEÑOR. La palabra “SEÑOR (JEHOVÁ)”, en Hebreo es YHWH (Yahvé). El versículo está diciendo que sólo YHWH es Dios y está enseñando el monoteísmo. El versículo no se refiere a Dios como una Trinidad, aún, cuando Él sí lo es. Es acerca de la existencia de un solo Dios. El Shemá es una declaración acera del monoteísmo y de la Trinidad monoteísta. Además, la palabra en ese versículo para “uno” es "ekjád",3 la cual con frecuencia es usada para describir una unidad compuesta, como es el caso de un racimo de uvas. Sin embargo, algunos responderán diciendo que Dios es uno; no tres. Pero el versículo dice que Dios no “es tres”. Dice que Dios es uno. Pero ¿uno qué? Un Dios. Esto es lo que Deuteronomio 6:4 dice y la doctrina de la Trinidad está de acuerdo de que hay un solo Dios. "Esta confesión del monoteísmo no excluye la doctrina bíblica de la Trinidad: 'Dios' es plural (Elohim), lo que posiblemente implica la Trinidad, y uno (ekjád) puede sugerir una unidad de las Personas en la Divinidad (Compare Génesis 2:24, donde la misma palabra 'uno¿ es usada para Adán y Eva).

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