Tuesday, November 25, 2014

Vehi She-Amda

“Y esta promesa fue la que sostuvo a nuestros ancestros y nos sostiene a nosotros. Porque no fue sólo uno que se levantó contra nosotros para exterminarnos, sino que en cada generación se levantan para procurar nuestro exterminio. Y el Santo Bendito Es nos salva de sus manos”. (Hagada de Pesaj) Este es, sin dudas, uno de los versículos más inspiradores y fortificantes de toda la Hagada que leemos en la noche del Seder de Pesaj. Hashem hace milagros a diario para nosotros, nos cuida, nos protege constantemente, nos guía, incluso que nosotros no lo sintamos directamente. Un Sabio jasídico enseñó lo siguiente: Ver agua convertida en sangre, observar un mar entero partirse y formar dos paredes, estar presente cuando Ioshúa (Josué) detuvo el sol, las leyes de la naturaleza completamente abolidas... Es percibir una energía infinita que no deja lugar para nuestro mundo limitado. Ver a D-os operar milagros a través de la naturaleza en nuestra vida diaria, es ver un poder infinito funcionando dentro de un mundo limitado. Lo cual implica que El esta mas allá de ambos, lo limitado y lo infinito. Hay milagros tan evidentes que rompen las leyes de la naturaleza como si estas fuesen insignificantes, milagros que la mente mas simple puede percibir. Otros milagros necesitan cierta consideración para darse uno cuenta de que, en efecto, algo fuera de lo común ha sucedido. Y hay milagros tan grandiosos, tan fabulosos, que nadie fuera de D-os tiene conciencia de ellos. Son los milagros que ocurren continuamente, a cada momento. El Seder de Pesaj es una oportunidad única para poder conectarse con estos milagros, para sentir la Providencia Divina en cada una de nuestras vidas. Es un momento propicio para realizar todo aquello que pensamos que era imposible, para trabajar todas aquellas falencias que nos sentíamos demasiado débiles para superar. Para conectarnos con nuestros Creador… Y como termina la Hagada, que se cumpla en todos “B’Shana Haba, Be Yerushalayim HaBnuia”! El Próximo año, en una Jerusalem construida, con su Gran Templo erigido en el Monte Moria. Por que el Beit HaMikdash ESTA AHÍ, solo hay que aprender a verlo…

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